La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en el mundo y que se asocia con un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares, renales y oftalmológicas. Por eso, es importante detectarla y tratarla a tiempo, así como prevenir su aparición en las personas con factores de riesgo.
La Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) es una organización que se dedica a la investigación, la educación y la defensa de los derechos de las personas con diabetes. Cada año, publica los Estándares de Cuidados para Diabetes, que son unas guías basadas en la evidencia científica para orientar a los profesionales de la salud en el manejo óptimo de esta enfermedad.
- Un mayor énfasis en la pérdida de peso (hasta el 15%) como una estrategia efectiva para mejorar el control glucémico y reducir el riesgo cardiovascular en las personas con diabetes y obesidad. Para ello, se recomienda el uso de medicamentos específicos para la pérdida de peso, siempre que sean accesibles y apropiados para el paciente .
- Nuevas recomendaciones sobre la salud del sueño y la actividad física en las personas con diabetes, reconociendo su importancia para la prevención y el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones. Se aconseja evaluar la calidad y la cantidad del sueño, así como fomentar la práctica regular de ejercicio moderado a intenso, adaptado a las preferencias y capacidades de cada persona .
- Una amplia consideración de los determinantes sociales de la salud, que son los factores ambientales, económicos, culturales y políticos que influyen en la salud de las personas y que pueden generar desigualdades y disparidades en el acceso y la calidad de la atención sanitaria. Se sugiere identificar y abordar estos determinantes, así como promover la equidad y la justicia social en el cuidado de las personas con diabetes .
- Nuevos criterios para el diagnóstico de la hipertensión, que ahora se define como una presión arterial sistólica igual o mayor a 130 mmHg o una presión arterial diastólica igual o mayor a 80 mmHg. Se recomienda realizar una medición adecuada y precisa de la presión arterial, así como iniciar un tratamiento farmacológico y no farmacológico para alcanzar los objetivos de presión arterial establecidos según el riesgo individual de cada paciente .
- Una expansión del uso de los inhibidores de SGLT2, que son unos fármacos que reducen la reabsorción de glucosa en el riñón y que han demostrado beneficios cardiovasculares y renales en las personas con diabetes. Se recomienda su uso en las personas con diabetes e insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida, independientemente de su control glucémico o su función renal .
- El papel del finerenone, que es un fármaco que bloquea los efectos de la aldosterona, una hormona que puede dañar el riñón y el corazón. Se recomienda su uso en las personas con diabetes y enfermedad renal crónica con albuminuria, es decir, con pérdida de proteínas por la orina, para prevenir el deterioro de la función renal y el riesgo cardiovascular .
- Nuevas recomendaciones para el manejo de los lípidos, que son las grasas que circulan en la sangre y que pueden formar placas en las arterias. Se recomienda medir el colesterol LDL, que es el llamado colesterol malo, al menos una vez al año y establecer unos objetivos más estrictos para las personas con alto riesgo cardiovascular. Se recomienda el uso de estatinas, que son unos fármacos que reducen el colesterol, y de otros medicamentos complementarios si es necesario .
Además de estas novedades, también se han actualizado los criterios de rastreo de diabetes, que son una forma de identificar a las personas que tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o que ya la tienen sin saberlo. El rastreo se puede hacer mediante diferentes pruebas que miden el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre o la hemoglobina glicosilada (A1C), que es un indicador del control glucémico a largo plazo.
Según la ADA, se recomienda realizar el rastreo de diabetes a las siguientes personas :
- A todas las personas mayores de **35 años**, cada 3 años, si tienen un peso normal o sobrepeso.
- A las personas menores de 35 años, cada 3 años, si tienen sobrepeso u obesidad y al menos uno de los siguientes factores de riesgo :
- Antecedentes familiares de diabetes en primer grado (padres o hermanos).
- Raza o etnia con mayor prevalencia de diabetes (afroamericanos, hispanos, nativos americanos, asiáticos americanos, isleños del Pacífico).
- Hipertensión arterial (≥140/90 mmHg o tratamiento farmacológico).
- Dislipidemia (colesterol HDL <35 mg/dL o triglicéridos >250 mg/dL).
- Síndrome de ovario poliquístico.
- Antecedentes de diabetes gestacional o de haber dado a luz a un bebé de más de 4 kg de peso.
- Enfermedad cardiovascular.
- Inactividad física.
- Otras condiciones asociadas con resistencia a la insulina (acantosis nigricans, hígado graso no alcohólico, etc.).
- A las mujeres con antecedentes de diabetes gestacional, cada 3 años, después de haber descartado la diabetes al final del embarazo.
- A las personas con prediabetes, cada año, para evaluar su progresión a diabetes o su regresión a normoglucemia.
Las pruebas que se pueden utilizar para el rastreo de diabetes son las siguientes :
- La prueba de A1C, que mide el porcentaje de hemoglobina que está glicosilada, es decir, que tiene glucosa adherida. Esta prueba refleja el nivel promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 2 o 3 meses. Se considera que hay diabetes cuando el resultado es ≥6.5%, prediabetes cuando es 5.7-6.4%, y normoglucemia cuando es <5.7%.
- La prueba de glucosa plasmática en ayunas (FPG, por sus siglas en inglés), que mide el nivel de glucosa en la sangre después de no haber ingerido alimentos ni bebidas (excepto agua) durante al menos 8 horas. Se considera que hay diabetes cuando el resultado es ≥126 mg/dL, prediabetes cuando es 100-125 mg/dL, y normoglucemia cuando es <100 mg/dL.
- La prueba de tolerancia oral a la glucosa (OGTT, por sus siglas en inglés), que mide el nivel de glucosa en la sangre antes y 2 horas después de tomar una bebida que contiene 75 gramos de glucosa disuelta en agua. Se considera que hay diabetes cuando el resultado a las 2 horas es ≥200 mg/dL, prediabetes cuando es 140-199 mg/dL, y normoglucemia cuando es <140 mg/dL.
Estas pruebas tienen ventajas y desventajas, y se pueden elegir según la disponibilidad, el costo, la conveniencia y la preferencia del paciente y del médico. En general, se recomienda confirmar el diagnóstico de diabetes con una segunda prueba, a menos que haya síntomas evidentes o niveles muy elevados de glucosa o A1C .
Estas son algunas de las novedades más relevantes de los Estándares de Cuidados para Diabetes que reflejan el avance de la ciencia y la práctica clínica en el campo de la diabetes. Sin embargo, hay muchas más recomendaciones que se pueden consultar en el documento completo[^
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